20 de julio de 2018

Crisis política en Nicaragua

Disputas por el país y por las banderas del sandinismo

La grave situación de violencia política en Nicaragua se cobró la vida de más de 300 personas. Mientras los nicaragüenses se disputan en su interior quién representa los ideales revolucionarios del sandinismo; intereses corporativos externos ven en esta coyuntura la posibilidad de someter al país que más bienestar socioeconómico ostenta en la franja centroamericana. En ese durísimo escenario es preciso afinar los análisis para entender qué está pasando en un país de Centroamérica que reúne varios condimentos que lo hacen incómodo para el imperialismo: un país con tradición revolucionaria, gobernada por la izquierda y con la posición estratégica y voluntad de construir un segundo canal interoceánico que competiría directamente con la vía de Panamá. Ese cúmulo de particularidades hace que cualquier coyuntura adversa sea aprovechada por las fuerzas internacionales antidemocráticas, entre ellas y con especial atención los Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional; mientras que en el interior del país, la enorme mayoría de los nicaragüenses (entre los que apoyan al gobierno como los que no) se sienten herederos del movimiento sandinista.
Gráfica digital de sectores leales al gobierno de Daniel Ortega.

Este artículo que elaboramos mientras Nicaragua celebra un nuevo aniversario de su victoriosa revolución, está hecha en base los datos más importantes que hay desde el inicio de las protestas, la ponderación de líderes e intelectuales respetables de nuestro continente que se posicionan en veredas opuestas sobre el gobierno de Ortega, y finalmente la opinión de Karen López, una agricultora nicaragüense que nos aportó sus vivencias a lo largo de estas violentas y angustiantes semanas en el país centroamericano.
Hay elementos objetivos que dan la razón en muchos aspectos al gobierno nacional presidido por Daniel Ortega. Pero también hay elementos objetivos que dan la razón a los sectores populares que –al margen de los intereses foráneos- creen agotado el rumbo que ha tomado el gobierno.
En el primer caso tenemos un presidente que fue ampliamente legitimado electoralmente (ganó en noviembre del 2016 con el 72 por ciento de los votos a su favor). Desde el año 2007, cuando Ortega retornó al gobierno (luego del lapso 1979-1990), el modelo económico-social encarado por el Frente Sandinista redundó favorablemente en términos cuantitativos y cualitativos sobre el pasar de los nicaragüenses, aunque tras la crisis venezolana y caída de los commodities, el horizonte económico empezó a cambiar.
A medida que sucedían los acontecimientos, se buscaban formas de difundirlos y llegar a la comunidad internacional.

Entre los elementos que abonan a favor de las movilizaciones están la falta de diálogo entre el gobierno con las bases partidarias del sandinismo, el cambio constitucional que habilita la reelección eterna de Ortega, las críticas al modo de encarar la realización del canal interoceánico y la gota que colmó el vaso: la reforma previsional que atentaba contra los jubilados actuales y próximos a hacerlo. Este último condimento, exigido por el FMI, fue finalmente derogado por Ortega, aunque muchos creen que lo hizo tarde, cuando las revueltas contra el gobierno ya habían causado más de una centena de muertos.
Líderes regionales de la talla de Pepe Mujica (ex presidente de Uruguay) sostuvo que es hora que el presidente de un paso al costado para frenar la sangría y muertes en Nicaragua. Mientras que el pensador Atilio Borón, uno de los intelectuales más respetados de Latinoamérica asegura que a pesar de los grandes errores del gobierno sandinista, el escenario en Nicaragua es un claro modelo de desestabilización aprovechado por sectores de derecha y países como Estados Unidos para entronar gobiernos dóciles a los intereses del capitalismo global.
A nadie le sorprendería la injerencia de Estados Unidos en los tristes hechos de Nicaragua.

Un torbellino de verdades
Aunque parecieran contradictorias, esta lista de criterios son útiles para comprender lo que pasa en Nicaragua.
· Represión y muerte. Es insoslayable que la reacción del gobierno fue violenta y profundizó el rechazo de buena parte de la sociedad nicaragüense. Ese espiral de violencia gubernamental sumado a los sectores golpistas que hacen de la muerte un “a ver qué pasa” cierra al día de hoy con más de 300 muertos.
· Razones geopolíticas. Desde que el actual gobierno tomó el histórico proyecto de construir un canal interoceánico que termine con el monopolio de Panamá y rivalice con los intereses del capitalismo global, Nicaragua enfrenta naturalmente un escenario en que despierta las ansias de Estados Unidos por generar caos en el país. Pero por el otro lado los intereses de potencias rivales al país del norte ven en este proyecto la posibilidad de mojarle la oreja en su propia área de influencia. Entonces el sueño de Nicaragua se combina dentro de las disputas de los gigantes económicos del mundo.
· Disputas por las banderas del sandinismo. Nicaragua se reconoce revolucionaria y sandinista. Tanto el gobierno de Daniel Ortega como la mayor parte de sus opositores, ven en la tradición del Augusto Sandino el modelo ideológico de independencia para el país.
· Crisis económica y decadencia de Venezuela. Los bajos precios del petróleo y la menor gravitación de Venezuela dejan a un país agrícola como Nicaragua expuesto a los intereses de las corporaciones multinacionales. El estado nacional tiene menor margen de intervención económica y recurre a planes de reducción del gasto que abonan las protestas sociales.
· La recurrencia a “periodos especiales”. Las coyunturas internacionales que afectan a los países de Latinoamérica siempre pasan a ser un duro lastre para los gobiernos que combaten la dependencia. La caída de la Unión Soviética y el bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba en los 90 o la situación actual de Venezuela con la caída del precio del petróleo sumado al hostigamiento de Estados Unidos aportan dos matrices para comprender lo que vive Nicaragua. Las dificultades para posicionarse en este sentido nace muchas veces de esta metástasis imperialista que impide liberarnos de opinar libremente sin permitir que Estados Unidos y sus agentes capitalistas ganen la pulseada.
Desde Nicaragua, Karen López
Angustia de los nicas que se transformó en movilización y protesta.

Karen López es una agricultora de la zona de Matagalpa, en el centro-norte del país. Proviene de una familia orgullosamente sandinista que enfrentó y venció a la dictadura de la familia Somoza. Angustiada por los sucesos de Nicaragua se contactó con Agencia Las venas abiertas de América Latina y accedió a contarnos cómo vive desde su experiencia lo que está pasando. Las respuestas de Karen, resumidas en lo más sustancial, son excepcionales por el esfuerzo de objetividad que prevalece en cada pregunta y por tratar de calibrar los hechos con opiniones propias y de otros sectores en las antípodas de su posición. Ante la consulta de cómo se puede superar lo que pasa, Karen afirma “Con diálogo nacional”.
Las respuestas de esta ciudadana nicaragüense fueron enriquecidas en varios contactos a través de plataformas cibernéticas. Su postura es claramente crítica del actual gobierno de Daniel Ortega, pero también reconoce los enormes intereses internacionales que se juegan en este caso en el país. Además, Karen nos proporcionó buena parte del material audiovisual que los diferentes sectores realizan en estas semanas de conflicto y dolor y que acompañan esta nota.
¿Cómo describirías lo que está pasando actualmente en Nicaragua?
Trágico, se vive con mucho dolor, consternación y confusión, pero sobre todo impotencia de no detener el caos, la anarquía que estamos sumergidos desde el 19 de abril.
¿Cuáles son las razones y el origen del conflicto?
Tiene como antecedentes un cúmulo de descontento de la oposición y población. Lo que más sorprendió a todo el país es que el presidente lograra cambiar la constitución política y permitir la reelección indefinida. Con una historia de 39 años de dictadura somocista esto incomodó, alertó y causó mucha molestia en la población, además de la elección de su esposa como vicepresidenta lo que terminó de poner la cereza al pastel. Por eso las bases sandinistas empezaron a dividirse y se crea un Movimiento Sandinista llamado MRS (movimiento Renovador Sandinista) disidentes del partido. Luego existen otras razones. Por un lado el proyecto soñado por muchos nicas como es el canal interoceánico; pero razones ambientales y de resarcimiento a los propietarios de tierras han generado oposición al proyecto aunque es un movimiento que muchos no dudan en creer que tiene financiamiento por parte de los gringos ya que de realizarse vería afectado sus intereses por Rusia y China que apoyan este canal que competiría con el de Panamá. Y finalmente el proyecto de reforma de seguridad social o jubilación que generó protestas en todo el país porque ajustaba las jubilaciones al mismo tiempo que aumentaba los aportes patronales. Estas protestas fueron violentadas por grupos denominados Juventud Sandinista. Por último, luego de la violencia desatada por el gobierno y las muertes, el repudio y lo que pedía la población cambió: a pesar de que el gobierno derogó el decreto de reforma de seguridad social, la derogación no calmó el descontento nacional; ahora queremos un reconocimiento por parte del gobierno sobre la matanza.
Las redes sociales, otro campo de batalla en Nicaragua.

¿Podemos decir que la sociedad nicaragüense está dividida entre quienes apoyan al gobierno y quienes no?
Lo que está fragmentado es el mismo Frente Sandinista donde votos duros y fieles que estábamos desconcertados, incrédulos y muy cautelosos pero al mismo tiempo estamos muy enojados y tristes de ver los videos donde se veía la forma en que la policía y la Juventud Sandinista mataban a una juventud sin armas. Aun hay división dentro de los mismos trabajadores del estado donde los que se opusieron a la violencia fueron despedidos y policías que se negaban a reprimir eran encarcelados.
¿Cómo es la situación económica actual y de los últimos años?
Los años del matrimonio Cosep (Consejo Superior de la Empresa Privada) y gobierno trajo prosperidad gracias a una Venezuela que aportó consigo petróleo y una deuda a plazo. Estos fondos más los fondos de organismos internacionales trajo un crecimiento del casi 5% anual, el desarrollo y avance del combate contra la pobreza fue extraordinario, además de medicina gratuita, escuelas remodeladas, carreteras nuevas y reconstruidas, puertos, mejoras en las ciudades, bonos o mejora de los salarios siempre consensuados con los sindicatos y empresa privada, un estado trabajando a la par de las pymes, un turismo posicionado y una economía en auge. Pero no todo es de color de rosa: hoy en día se han perdido 200 mil empleos, 43000 cotizantes del seguro social según noticias locales, hay muchos tramitando visas y viajando a Costa Rica y EEUU por trabajo, y otros considerando irse a Panamá o España.
¿Notan los nicaragüenses un deseo de caos en el país por parte de gobiernos y corporaciones internacionales?
Las circunstancias fueron aprovechadas indudablemente por aquellos gobiernos que no podían permitir que un país socialista o con políticas de justicia social fuera ejemplo: el país más seguro de Centroamérica, sin maras, con una cultura de familia, con menos emigración a Estados Unidos que el resto de sus vecinos. El costo era alto y sus enemigos aprovecharon la equivocación y arrogancia de un matrimonio presidencial que decide usar la fuerza mortal para desintegrar una lucha que en el inicio sí fue motivada o utilizada por aquellos que juntaron esos errores de corrupción y falta de libertad de expresión y luego nos vendieron la idea de que estábamos en una dictadura y nos encaminan a una revolución enlatada con manipulación, basada en la información falsa y trayendo diarios del ayer para comparar a Somoza con Ortega.
¿Cómo interpretás el conflicto actual tras la crisis venezolana siendo un país que tiene fuertes relaciones con Nicaragua?
Chávez fue el ícono en los años de prosperidad y quien manifestó un gran amor a Nicaragua. La concesión y promesa de la refinería en Nicaragua fueron sus mayores aportes, pero que no era regalado pues ahora lo debemos. Maduro al parecer no es tan amigo y su crisis es igual o peor y comparte ahora Venezuela sus dos caras con la realidad nuestra. En este contexto la resistencia venezolana empezó a compartir en las redes sus luchas, tácticas y su historia.
¿Cuál crees que es la salida al conflicto?
El diálogo nacional. Esa fue y sigue siendo la única salida a este conflicto, sin apasionamientos. Hoy en día el diálogo esta saboteado, sin opciones. El presiente ha cedido y dejó entrar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la ONU y la OEA dan seguimiento muy de cerca. Pero estos organismos están en un gran lío de enfrentarse a la desinformación, a la manipulación de ambos bandos de los crímenes que han derramado sangre de hermanos. También el diálogo está amenazado por un gobierno que ha empezado a acusar a la iglesia católica de golpista con pruebas que trasmiten en sus canales pero que nunca vemos la otra cara de la moneda. Es claro y evidente que todos defienden sus intereses mientras hay un pueblo atrincherado en barricadas.